Originaria de Mazatlán, Sinaloa, Laura Delia Quintero es sonorense por adopción. Trabajó para el magisterio durante 35 años en la Escuela Secundaria No. 1 (Prevo). En 1983 concluyó los estudios de Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánica en la Universidad de Sonora.
Sus primeros poemas se publicaron en 1984 en el suplemento literario del periódico El Imparcial. En 1986 asistió a los talleres de poesía en Casa de la Cultura de Hermosillo, donde participó colectivamente en los textos Voz literaria de hoy y el Taller literario 1988-1989. En 1988 la misma institución editó su primer poemario: Sobre las huellas del polvo y en 1992, el Instituto Sonorense de Cultura publicó Construyo tu cuerpo. En 2005 apareció su tercer poemario, Caleidoscopio de Hai-kais, editado por La cábula ediciones y el ISC.
Ha participado en recitales poéticos convocados por diversas instituciones culturales; ganó en dos ocasiones los Juegos Florales Anita Pompa de Trujillo. Por su labor poética, ha sido merecedora de reconocimientos por la Universidad de Sonora, la Secretaría de Educación y Cultura y el Comité Ejecutivo de la Sección 28 del SNTE. En 2007 la Feria del Libro de Hermosillo, Sonora, le rendirá un homenaje. Frecuentemente imparte talleres literarios.
Fuente: Página del Instituto Sonorense de Cultura
Obra:
Dime
...y tú que siempre cuestionas
mi tiempo mis aciertos
y mi sombra
dime qué has hecho
Yo sembré árboles y vidas
deshice algún poema
construí con noches y cansancio
las hojas oscuras que leiste
Escarbé en busca del amor
hasta golpearme en su raíz
...y tú que me cuestionas, dime
por qué llevas los ojos solitarios
qué vinto irónico has bebido
qué pena se ha comido tu risa
qué mirada te ha hundido
en el exilio
Yo voy amasando una ternura
para obtener el pan e cada día.
Amaneces
Hoy todavía una lágrima de ayer
me remojan la memoria y amo a mi madre
una y mil veces otra vez
Alonso Vidal
Amaneces en todas las cosas que carecen de ti
en todos los espacios que repiten tus pasos diligentes
Eres tatuaje de humo que se adhiere a mi piel
como párpado al sueño
como el hambre se funde al desnutrido
A veces me parece oir o tal vez sueñe
que raes y llevas tus afanes
como vienen y vas a todas horas
cargando tus manos comprensivas
ese tu corazón de pna
risa de llovizna
sobre mis huesos paja
A veces me despierto
fuera del fondo de mí mismo
y deseo gritarte como aquel
que quiere llorar a cántaros
y sabe que su lecho de lágrimas está seco
A veces
soy un perro sin luna:
voz que clama en des-concierto
Amaneces como la yerbabuena
me extiendes en la holgura e tu aroma
y vuelvo a presentirte
y como ayer apenas me lleva de la mano
tu aliento embalsamores
y te busco
con voz desposeída te requiero
y atisbo entre los ecos la respuesta
pero tu voz no me consuela
Entonces entonces me pongo
triste-triste-triste
del pensamiento hasta la médula
y no sé más que mirar y mirar y mirar
hacia ninguna parte.
*Ambos textos pertenecen a Escrito sobre el fuego (Unison, 2007).