Nació en Hermosillo, Sonora, en 1920. Después de haber terminado sus estudios, empezó a trabajar en la Dirección de Educación del estado por siete años. En 1939 es nombrada maestra rural, lo que le permitió viajar por el estado. Trabajó también en la universidad de Sonora y después en el departamento de Acción Cultural del Gobierno del estado como secretaria de Enriqueta de Parodi.
Desde muy joven publicó sus poemas en periódicos y revistas estatales como Cauce (la cual realizó junto con Enriqueta), Letras de Sonora, El Sonorense, Información, El Imparcial, El Regional. Ofreció recitales en la Universidad de Sonora, en Radio Universidad y otras instituciones. Se caracterizó por su oratoria. En 1976 apareció su único libro, un poemario titulado Piedras al pozo que financió ella misma (cuyo prólogo escribió Armida de la Vara). Murió en 1989.
Textos:
Sombra
Sombra de la mía sombra,
sombra fuiste, sombra y nada,
nada hay de lo que tuviste
que estuviste enamorada.
Engaños de sombra fueron
por tal no fueron engaños,
con ellos me mantuvieron
sombra de sombra los años.
Sombra de años, sombra de años,
de años pasados en sombra,
en sombra los ermitaños
doce meses se recobran.
Uniformidad
Uno, dos.
Uno, dos.
Uniformidad.
Los días
sucediéndose van.
Estoy.
Estás.
Uno, dos.
Uno, dos.
Qué importa así la ausencia
si cubre la distancia
tu recuerdo cabal.
Uno, dos.
Uno, dos.
La escuela,
los desfiles,
la enseñanza.
Total: examen.
¿De conciencia?
La mía: bien tranquila.
La tuya: tú sabrás.
(Piedras al pozo, 1976)
Fuente:
Desde muy joven publicó sus poemas en periódicos y revistas estatales como Cauce (la cual realizó junto con Enriqueta), Letras de Sonora, El Sonorense, Información, El Imparcial, El Regional. Ofreció recitales en la Universidad de Sonora, en Radio Universidad y otras instituciones. Se caracterizó por su oratoria. En 1976 apareció su único libro, un poemario titulado Piedras al pozo que financió ella misma (cuyo prólogo escribió Armida de la Vara). Murió en 1989.
Textos:
Sombra
Sombra de la mía sombra,
sombra fuiste, sombra y nada,
nada hay de lo que tuviste
que estuviste enamorada.
Engaños de sombra fueron
por tal no fueron engaños,
con ellos me mantuvieron
sombra de sombra los años.
Sombra de años, sombra de años,
de años pasados en sombra,
en sombra los ermitaños
doce meses se recobran.
Uniformidad
Uno, dos.
Uno, dos.
Uniformidad.
Los días
sucediéndose van.
Estoy.
Estás.
Uno, dos.
Uno, dos.
Qué importa así la ausencia
si cubre la distancia
tu recuerdo cabal.
Uno, dos.
Uno, dos.
La escuela,
los desfiles,
la enseñanza.
Total: examen.
¿De conciencia?
La mía: bien tranquila.
La tuya: tú sabrás.
(Piedras al pozo, 1976)
Fuente:
Galavíz Quezada, Darío y Karel Van Horn. Protagonistas y coprotagonistas de la literatura sonorense. Universidad de Sonora (Cuaderno de Humanidades, 3), Hermosillo, 1990.
Rocha, Gilda. Sonora un siglo de literatura. CONACULTA, México,1993.